Había una vez dos hermanos llamados Juan y Pedro que eran muy unidos y tenían una gran amistad. Desde muy pequeños soñaban con hacerse ricos y poder tener una vida feliz.
Un año de navidad, los hermanos decidieron hacer un invento para ganar dinero. Así que con mucha ingenuidad, trabajaron durante meses para crear una invención muy especial.
Su invento era una estrella navideña que podía cambiar de color, de acuerdo con la música que se reproducía. Esta invención se hizo muy conocida y los hermanos comenzaron a vender muchas estrellas.
En poco tiempo, los hermanos se hicieron ricos y muy felices. Se mudaron a una casa más grande, compraron regalos para sus familiares y amigos y viajaron por el mundo.
A partir de entonces, todos los años los hermanos donaban su invento para ayudar a los menos afortunados.